Como hacer

miércoles, 2 de enero de 2013

Aceite de acai

Propiedades cosméticas del aceite de acai.

Es un potente antioxidante de gran alcance, protege la piel frente a los radicales libres.
Hidratante y emoliente natural.
Fuerte acción antiinflamatoria.
Antibacterial.
Puede ayudar a destruir y prevenir la formación de células  cancerosas.
Proporciona y restaura la elasticidad de la piel, manteniendo una piel joven y saludable.
Aplicado en el cuerpo, rostro o cabello obtendremos protección solar. Puede ser usado directamente sobre la piel.
Repara el cabello dañado así como la piel agrietada.
Es recomendado su uso para tratar el acné.
Rico en ácidos grasos esenciales.
Rico en vitaminas B1, B2, B3, C y vitamina E.
Rico en minerales, en fitoesteroles y antocianinas.
Alto contenido en aminoácidos esenciales.


Euterpe oleracea

"En tiempos antiguos había una tribu indígena de Pará que estaba pasando por una larga y difícil de escasez de alimentos. El jefe de la tribu, para salvar a su pueblo, decidió que tenía que matar a todos los niños y niñas de la tribu, incluida su propia hija, Iaça. La niña, llena de congoja se adentró a caminar por el bosque una noche de luna llena, antes del sacrificio. El jefe de la tribu salió en su búsqueda y la encontró postrada frente a una palmera con sus oscuros ojos clavados en lo alto y una luminosa sonrisa en su rostro. Su padre se dió cuenta de que estaba abrazada a una palmera llena de pequeñas frutas negras. Preparó una bebida con esas frutas y lo repartió entre su tribu para que mitigaran el hambre. Suspendió la orden de sacrificio de los niños. En honor de la palmera que sigue todavía alimentando al pueblo, el jefe de la tribu invirtió el orden de las letras del nombre de su hija y bautizó a la palmera como açaí".

Desde hace muchos siglos, la pulpa del acai ha formado parte de la alimentación de los indígenas del Amazonas, relacionándose a esta fruta con sus tradiciones, folclore, (prueba de ello la leyenda de Iaça) y también en la medicina, siendo su uso tradicional en enfermedades de la piel y también en la cura de males digestivos.

El aceite de acai es de color dorado intenso a marrón claro y de fragancia afrutada suave. Posee una rica combinación de ácidos grasos esenciales Omega 6 y Omega 9 que ayudan a paralizar el envejecimiento cutáneo mediante el aumento de la capacidad de la piel para atrapar humedad y retenerla, así como conservar su elasticidad. Vitaminas, como la vitamina C que en el aceite de acai esta presente en forma estable, rejuvenece, revitaliza y mejora la regeneración celular; no olvidemos la vitamina E que es un potente antioxidante que promueve la regeneración de los tejidos al contrarrestar los efectos de los radicales libres; minerales, fitosteroles y aminoácidos esenciales. El aceite de acai es rico en antocianinas, que nos protegen de los rayos ultravioletas del sol y fenoles, como el ácido vinílico, ácido siríngico y ácido protocatéquico entre otros, haciendo de él un poderoso antioxidante y antiinflamatorio. Su contenido en antocianinas es entre 10 y 30 veces superior al contenido en el vino tinto. Esta rica gama de nutrientes y antioxidantes, acompañados de su acción antiinflamatoria hacen del aceite de acai un ingrediente muy apreciado en productos anti-envejecimiento. El aceite de acai es emoliente y un eficaz hidratante aconsejado para la formulación de productos destinados a curar y aliviar la piel seca y agrietada, eczema y psoriasis. Es un aceite de rápida absorción.

Los ácidos grasos que componen el aceite de acai son en un 60% ácido oleico, 22% de ácido palmítico, 12% ácido linoleico, 2'5 ácido araquídico, 2% de ácido esteárico y esta misma cantidad de ácido palmitoleico.






jueves, 6 de septiembre de 2012

Aceite de argán

Propiedades del aceite de argán

Este aceite aplicado de forma externa esta especialmente recomendado en las siguientes situaciones:

  ·En casos de sequedad de la piel, descamación, grietas, manchas.
  ·En llagas, heridas leves.
  ·Tiene propiedades antiinflamatorias por lo que es recomendado 
   en casos de dolores articulares, artrosis, reuma, piernas cansadas 
   o hinchadas, postoperatorios.
  ·En erupciones, picores, hongos.
  ·En casos de pelo debilitado, frágil, quebradizo, puntas abiertas. 
  ·En casos de estrías, nos conviene recordar que los productos 
   naturales son más eficaces a nivel preventivo, aunque en este  
   caso el aceite de argán es efectivo como tratamiento, puede ser 
   usado por la mujer durante el embarazo.
  ·Es fotoprotector, por su contenido en carotenoides y ácido 
   ferúlico, también es recomendable su uso después de exponerse al 
   sol, ya que por su composición tiene propiedades hidrófilas, 
   humectantes y antioxidantes. Cura abrasiones, quemaduras 
   solares, rozaduras.
  ·Previene y corrige el envejecimiento cutáneo disminuyendo las         
   arrugas.
  ·Es usado en casos de uñas quebradizas.

El aceite de argán, es una de las piedras angulares de la cultura bereber, lo utilizan desde hace siglos para sus necesidades alimentarias y para cuidar su piel y cabello.

Este aceite se extrae del fruto de la Argania Spinosa. Este árbol es y ha sido durante siglos, la base de la economía rural. Sus hojas y la pulpa de sus frutos son utilizados como alimento para cabras y camellos, la madera es utilizad para hacer fuego y para la fabricación de diversos utensilios para el hogar, y su fruto para la obtención del aceite que tiene un alto valor nutricional y hoy en día es una entrada de ingresos económicos para la gente de la zona.





Este árbol, que puede vivir entre 150 y 200 años, también cumple una importante misión medioambiental, con gran efecto en las zonas que bordean el desierto. En estas zonas la Argania Spinosa actúa como una eficaz herramienta natural contra la desertificación debido a su gran capacidad de adaptación a la sequía y su sistema radicular, que puede alcanzar una profundidad de treinta metros, absorbiendo el agua de tal profundidad y elevándola, con lo que se benefician las plantas que crecen debajo y al lado del árbol.

Todos estos beneficios no impidieron que los bosques de Argane hayan menguado en un cincuenta por ciento en los últimos cien años. En 1998, para evitar este deterioro progresivo, la UNESCO declaró la  Reserva de la Biosfera Arganeraie que cuenta con 2.568.780 hectáreas al suroeste de Marruecos en las que crece el argán.




   La extracción del fruto del argán es muy laboriosa y siempre ha estado en manos de las mujeres bereberes. Una vez extraído el hueso de su parte carnosa, las mujeres lo rompen a mano sobre una piedra plana, Lo hacen de cinco golpes con una piedra y un hábil giro de muñeca difícil de imitar. Dentro de este hueso se encuentran un máximo de tres semillas, cuyo contenido en aceite no suele ser inferior al 66%, de las cuales, una vez prensadas, se extrae tan preciado oleo Hacen falta 35 kg. de nueces y unas 20 horas de trabajo artesanal para extraer un solo litro de aceite.




Hay dos tipos de aceite de argán, la diferencia estriba en si las semillas son tostadas o no antes de prensado. El aceite de semillas tostadas o bereber es el más usado en recetas culinarias y el aceite de semillas sin tostar es el que suelen usar en cosmética. En este punto abogo por el saber ancestral y uso el aceite bereber tanto a nivel culinario como cosmético, como tradicionalmente ha hecho el pueblo bereber durante siglos.

El aceite de argán esta compuesto en un 99% de ácidos grasos, de la cuales  un 80%  son ácidos grasos insaturados, siendo en un 45% ácido oleico, ácido graso mono-insaturado y un 35% de ácido linoleico, ácido graso poli-insaturado que a su vez es un ácido graso esencial para el ser humano, lo cual quiere decir que el organismo no puede sintetizarlo y tiene que ser ingerido en la dieta. Es rico en tocoferoles, 62 mg./100gr., siendo estos del tipo Alfa y Gamma, esenciales para la actividad biológica celular, junto con los ácidos grasos saturados que aportan vigor y fuerza. El contenido en polifenoles es de 3263 mg/kg. de aceite.; 300mg./100 gr. de carotenos y 295mg. en 100 gr. de producto de esteroles, entre ellos schottenol y spinasterol. 150mg./100 gr. de alcoholes terpénicos. Y es hasta tres veces mas rico en vitamina E que el aceite de oliva, siendo en el aceite de argán el contenido en pro-vitamina E 900mg./100gr.

Las propiedades del aceite de argán son excelentes para cuidar todo tu cuerpo. Sestáis interesadas/os en cuidar vuestro aspecto y deseáis darle salud a la piel, cabello y uñas, las propiedades del aceite de argán os ayudarán a regenerar los tejidos de la piel, uñas y cabello, al utilizarlo reduciremos las líneas de expresión, arrugas, cicatrices, estrías, flacidez, y obtendremos una mayor elasticidad, hidratación y firmeza de la `piel, en el cabello notaremos una mayor hidratación, suavidad y brillo, menos puntas abiertas, menor caída del cabello, en definitiva, fuerza y vigor para nuestro cabello; en la uñas obtendremos mayor dureza y brillo, menor fragilidad y color amarillento. Eso se debe a su contenido en lupeol, que favorece la generación de queratinocitos, células que producen la queratina, principal componente de  epidermis, uñas y cabello.






Además hay otras propiedades del aceite de argán que son consideradas terapéuticas, es un eficaz antiinflamatorio, gracias al 
ácido ferúlico presente en su composición, siendo habitual su uso sobre las articulaciones inflamadas causadas por la artritis, al bajar la inflamación también baja el dolor de la articulación, algunos deportistas después de un arduo día de entrenamiento les dan un relajante masaje con aceite de argán, el cual disminuye la inflamación de los músculos, ayudando a relajarse y disminuir el dolor causado por un entrenamiento exhaustivo, evitando la inflamación tras masajes desconstracturantes.

El aceite de argán también contiene cicatrizantes, fungicidas y antisépticos que ayudan a curar heridas leves y combaten y previenen dermatitis incluyendo el pie de atleta, así mismo elimina el mal olor de los pies dejándolos suaves e hidratados, evitando las grietas en los talones.

El aceite de argán contrariamente al aceite de rosa mosqueta, por ejemplo, no es comedogénico, es decir que no obstruye los poros. Resulta recomendable por lo tanto incluso para las personas que tienen piel grasa y/o acné al ser un excelente seboregulador, con resultados muy favorables en la recuperación de marcas o cicatrices residuales de dicha patología, aunque en un primer tiempo y por pura lógica, uno se muestre reacio o dude de la conveniencia de aplicar un aceite en una piel de por sí grasa.

Es por ello que las propiedades del aceite de argán lo hacen tan demandado que la industria de la cosmética ha empezado a sacar líneas de cosméticos y productos de cuidado corporal con aceite de argán (aunque en la mayoría de las veces su porcentaje sea casi irrisorio), sin embargo puedes aprovechar todas las bondades de este aceite y utilizarlo solo o con tus productos favoritos al aplicarlo completamente puro.



martes, 24 de julio de 2012

Jabón de arcilla verde

Como hacer jabón de arcilla verde o bentonita.


Como ya comentamos el jabón es un producto al que podemos añadir casi de todo para mejorar sus propiedades y que no sea solo un agente limpiador, en este caso vamos a crear un jabón con propiedades geoterapeuticas.

Las arcillas y barros han sido usados durante milenios para curar y prevenir todo tipo de enfermedades, heridas, afecciones de la piel y procesos inflamatorios.

La geoterapia tiene una de sus bases en la similitud química del barro con los seres humanos, es decir tanto el barro, como nosotros estamos formados de carbono, oxígeno, nitrógeno y en menor proporción otros minerales y oligoelementos.



Muchos naturalistas han documentado como los animales usan de manera instintiva los barros y lodos como limpiador, como terapéutico, para librarse de los parásitos , para cuidar la piel o el plumaje y para curar y aliviar heridas y traumatismos.
La arcilla verde que es la que vamos a usar en este jabón es muy rica en magnesio, contiene además silicio, potasio, cal, fosfatos entre otros elementos. Es desintoxicante, remineralizante y absorbente. 

Una vez conocidas algunas de las propiedades de la tierra, pasamos a conocer la receta de este nuevo jabón.

Ingredientes:
para un kilogramo de jabón.
253 gr. de aceite de oliva virgen.
127 gr. de aceite de palma.
127 gr. de aceite de coco.
  63 gr. de aceite de ricino (también conocido como castor oil).
  34 gr. de manteca de mango.
  38 gr. de aceite de almendras dulces.
  20 gr. de arcilla verde o bentonita.
245 gr. de agua destilada.
  86 gr. de NaOH (sosa), con una pureza mínima del 99%.

Este jabón lo vamos a crear con un sobreengrasado del 8%.¿Que quiere decir esto?, muy sencillo, un ocho por ciento de los aceites no se van a saponificar, se van a incorporar como aceites y no van a sufrir ninguna transmutación. Esto se consigue reduciendo la cantidad de sosa en un 8%, en nuestra formula si no hiciésemos sobreengrasado tendríamos que usar 93 gr. de sosa. 



El primer paso será poner la arcilla a irradiar, es decir la pondremos al sol entre seis y ocho horas, para que se recargue de energía solar. Aunque este paso no es imprescindible, si es altamente recomendable. La arcilla no se debe manipular con ningún objeto metálico, siendo lo más recomendable utensilios de madera o en su defecto silicona.


Prepararemos la "lejiaza" mezclando la sosa con el agua, como hicimos en el jabón de aceite reciclado, tengamos siempre presente que produce una reacción exotérmica y que los vapores son tóxicos, ventilemos bien. No nos olvidemos de los guantes, ni de las gafas de protección en prevención de alguna salpicadura.


Cuando tengamos la "lejiaza" a menos e cuarenta grados y la arcilla irradiada comenzaremos con la alquimia del jabón.






Prepararemos todo el material que vamos a usar, incluidos los moldes y pondremos las mantecas y los aceites duros a fundir, siempre al baño maría, en algún sitio os podrán decir que se pueden fundir en el microondas, de hecho se puede, pero estamos creando un producto artesanal, natural y beneficioso, lo cual conlleva no usar las ondas dañinas del microondas.






El aceite de palma, como se puede apreciar en la fotografía, nos dará un bonito color naranja, que será lo que nos ayude a dar un toque de color sin ningún tipo de colorante.


En esta mezcla no añadiremos aún los 34gr. de manteca de mango, ni los 38gr. de aceite de almendras dulces, ya que estos aceites que serán el sobreengrasado los añadiremos cuando ya este hecha la traza.







Añadiremos poco a poco la "lejiaza", removiendo constantemente con una cuchara de madera. Y comienza la saponificación, una vez vertida toda la mezcla de agua y sosa ya podemos usar las varillas para batir. Este jabón alcanza muy pronto la traza, tened cuidado si es de vuestros primeros jabones a la hora de usar la batidora, y siempre con las varillas.




Una vez alcanzada la traza, añadiremos los aceites que previamente habíamos reservado y derretido al baño maría, en el caso de la manteca de mango. Se perderá la traza, con lo que volveremos a batir hasta volver a alcanzarla, proceso que no tardará mucho en realizarse. Cuando hallamos conseguido una textura como de natilla un poco clara, podremos añadir la arcilla o, como en este caso, podemos separar la mitad para que conserve intacto el color naranja y a la otra mitad le podemos añadir la arcilla que así obtendrá un bonito color verde.






La mitad de la mezcla que no lleva arcilla ya la podemos verter en el molde.







A la otra mitad le añadimos la arcilla sin parar de batir para que no se formen grumos. Aunque en las fotos la arcilla se ve de un color grisáceo, al contacto con la humedad se tornara de color verde. Una vez bien homogeneizada la mezcla, ya la podremos verter en el molde. Si echamos primero la mezcla con la arcilla, nos quedará un jabón de dos colores delimitados por una linea más o menos recta. Al hacerlo de la forma que os indico, la parte que tiene arcilla, al tener más peso ira haciendo diversos dibujos, como podremos ver al desmoldar a las 36/48 horas. Recordad siempre que tenemos que cubrir el molde con plástico, como el usado para los alimentos. 






Una vez desmoldado, lo cortaremos y lo pondremos a curar por un espacio mínimo de cinco semanas. Paciencia amigos.



domingo, 8 de julio de 2012

Historia del jabón. 2ª parte.



El tratamiento de grasa con álcali se ha practicado en el Oriente Medio por lo menos durante 5000 años. Los antiguos israelíes detallado leyes para la práctica de la higiene personal. Las cuentas bíblicas dan a entender que sabían que las cenizas y el aceite al mezclarse daban un producto para la limpieza.




Existe un papiro egipcio, el papiro Ebers, fechado hacia el 1550 a.c , considerado por los estudioso actuales como un auténtico tratado médico en el que se hace referencia a sustancias jabonosas tanto para el lavado de las prendas textiles como medio curativo para diversas enfermedades. Es mi modesta opinión que acrecentarían este poder curativo, con diversas hierbas y barros.




En el siglo III a.C se fabricaba en Arabia jabón mediante la cocción de una mezcla hecha de cenizas, aceite de limón. Los farmacéuticos de oriente medio, en ciudades como Basora, añadían perfumes dulzones a los jabones en el siglo VIII de nuestra era.







Aunque los estudiosos no se ponen de acuerdo, es bastante extendida la opinión de que la reintroducción del jabón la realizaron los cruzados, desde Alepo a Europa central, en el siglo XI. Aunque debemos tener en cuenta que los fenicios tuvieron tratos comerciales con Europa antes de los tiempos de los romanos, por lo que probablemente este tipo de jabón habría llegado mucho antes a ciudades costeras como Nápoles, Marsella, Cartagena o Cadiz.
Hay quien asegura que entre los siglos VI y VIII, fue floreciente el arte de hacer jabón en Nápoles y se extendió a toda Italia y España. Sería a partir del siglo XIII que el jabón se exportaría a toda Europa.
Lo cierto es que en la baja edad media no era muy utilizado el jabón y debido a la falta de higiene se originaron grandes epidemias que diezmaron a la población, como la peste negra del siglo XIV.
La primera gran jabonería europea la construyeron los árabes en Sevilla a finales del siglo X. Aprovechando que el valle del Guadalquivir les proveía de la materia prima esencial para fabricar un jabón que cuatro siglos más tarde se le conocería como jabón de castilla.

Almonas de Triana,
sólo recuerdo,
caminos en el agua
de aceite y sueño.
Por mis canciones
aún resbala la espuma
de sus jabones.

.


Tras la reconquista las almonas árabes pasaron a manos de la realeza, de ahí su nombre Almonas Reales; esta a su vez  cedió por privilegio real el monopolio del jabón y las almonas de Triana y Santiponce a la familia Enríquez de Ribera, marqueses de Tarifa, o a los Ponce de León, que en el siglo XVI ostentaban el monopolio del jabón y lo ampliaron hasta américa después del descubrimiento, en gran medida  debido a la unión comercial con las familias de mercaderes genoveses Sopranis que lo fabricaban y los Riverol que bajo los nombres de sapo hispaniensis o sapo castellanensis,  los exportaban a Flandes, Inglaterra, Alemania, etc. a través de Amberes donde tenían su centro distribuidor. Con posterioridad se unieron al negocio del jabón financieros alemanes como los Welser, Gessler, Sailer o Ehniger, o judío conversos como los Espinosa, ensanchándose los mercados exportadores al destinarse buena parte de la producción al mercado colonial americano. Se fabricaban, básicamente, dos tipos de jabón, el prieto o ralo y el jabón blanco. En el siglo XVI las almonas reales de Sevilla consumían más de 50.000 arrobas de aceite, produciendo unas 15.000 arrobas de jabón; hacia 1543 contaban con trece calderas y la mano de obra era esclava. Como estos jabones provenian de grasas vegetales, la gente comenzó a usarlos más y decreció el número de pandemias en europa.









Las famosas fábricas de Marsella se establecieron en el siglo XIV . Este jabón se fabricaba a base de aceite de oliva, agua y potasa cáustica proveniente de las cenizas del laurel, una receta muy similar a la que se fabrica en la ciudad siria  de Alepo desde hace más de 2000 años.


En 1575 se construyo una almona en la Ciudad de México. Los jabones mexicanos se hacían con grasas animales, agua y tequesquite, pese a la censura que los españoles y la iglesia católica impusieron a esta tradición, los antiguos mexicanos preferían el uso de temascal, un baño de vapor     que realizaban en un recinto cerrado en el que introducían piedras al rojo vivo sobre las que vertían una infusión de hierbas salutíferas para producir el vapor, que controlaban y dirigían con un ramo de hierbas frescas. Los antiguos mexicanos también usaban para su higiene plantas saponinas como la saponaria y los agaves. 


Temascal.

Nicolas Leblanc, químico francés, en el 1791 descubre un proceso por  el cual obtiene carbonato de sodio a partir de sal marina, lo que simplificó y abarato el proceso de obtención de la sosa. Dicho descubrimiento le reporto el premio de la Academia francesa de las ciencias. El también químico francés Michel Eugène Chevereul dio a conocer en el año 1823 en su publicación  "Recherches sur les corps gras d'origine animale"  la composición de las grasas    
formadas por una combinación de un polialcohol, el glicerol y ácidos grasos como el ácido oleico, margárico o esteárico. Con ello consigue explicar científica y químicamente el descubrimiento que los sumerios habían realizado 3000 años antes.




En el siglo XIX, a causa de la colonización, el jabón comenzó ha fabricarse a base de aceite de cupra y/o de palma. 
En la actualidad y desde los años treinta el jabón tradicional tiene que competir con los tensioactivos sintéticos o surfactantes que se utilizan hoy en día en detergentes, productos de limpieza, jabones, geles y champú.




Por suerte una cantidad creciente de personas están volviendo a lo natural, al producto bien hecho, y cada vez somos más los que realizamos y consumimos productos artesanales como garantía de producto respetuoso con el ser humano y el medio ambiente. Y gracias a muchos blogs el hazlo tu mismo es algo accesible a todos.